Argentina

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domingo, 5 de junio de 2016

ARTURO ILLIA



En las elecciones del 7 de julio de 1963 participaron varias decenas de partidos, pero hubo 20% de votos en blanco como consecuencia de la forzada abstención del peronismo. Se habló, entonces, de una carta de Perón fechada el 1 de julio en la que ordenaba a sus seguidores tomar esa actitud.
La UCRP (Unión Cívica Radical del Pueblo) obtuvo el mayor número de votos, pero éstos eran sólo el 25% del total; la UCRI (Unión Cívica Radical Intransigente) resultó tercera con 16% y el 40% restante se distribuyó entre 47 partidos menores (conservadores, socialistas, partidos provinciales de origen radical y grupos marginales de derecha e izquierda).
La fórmula Arturo H. Illia - Carlos H. Perette asumió el 12 de octubre de ese año. El nuevo gobierno resultaba muy poco representativo, sólo contaba con un tercio de los escaños en el Congreso, y debía enfrentar las presiones que las distintas tendencias internas del radicalismo del Pueblo ejercían para lograr puestos claves en el gabinete.

Su declaración jurada consistió en un plazo fijo, un auto y su casa en Cruz del Eje. Su vivienda había sido regalada por vecinos, pacientes y amigos.
Al dejar el poder, sólo le quedaba la casa, cuatro trajes y otras prendas de uso personal.
"Había vendido su automóvil durante esos años de gobierno y se fue en taxi desde la Casa Rosada a la casa de su hermano, en Martínez"




En su primer mensaje ante al Congreso el doctor Illia señaló algunos aspectos fundamentales de su programa de gobierno: respetar la independencia del Poder Judicial, respetar las autonomías provinciales, eliminar la desocupación obrera, aprovechar plenamente todos los factores productivos, defender el valor de nuestra moneda, anular los contratos petroleros con empresas extranjeras, mejorar el nivel tecnológico del campo, modificar el régimen de la tierra para facilitar el acceso a la propiedad de los auténticos productores por medio de un sistema de créditos adecuado, obtener mayores saldos exportables para completar nuestro desarrollo industrial, entre otras cosas. 





"La democracia argentina necesita perfeccionamiento; pero, que quede bien establecido que perfeccionamiento no es sustitución totalitaria. Lo que nuestra democracia necesita es ser auténtica expresión de su verdadera esencia. Es que la esencia de la democracia no queda debidamente expresada por estructuras meramente jurídicas, o por líricas afirmaciones de dignidad humana o de igualdad de los hombres ante la ley."

Una de las primeras medidas del gobierno fue la anulación de los contratos petroleros con las empresas extranjeras, firmados durante el gobierno de A. Frondizi. Esta decisión, que formaba parte de la plataforma electoral, provocó graves problemas de abastecimiento. Fue necesario importar combustible y el país sufrió una considerable pérdida de divisas en concepto de indemnizaciones por la forma indiscriminada en que se llevó a cabo la anulación.

El 15 de junio de 1964 se publica en el Boletín Oficial la ley 16.459, del salario mínimo, vital y móvil, previa a la constitución del Consejo del Salario, integrado por representantes del Gobierno, los empresarios y los sindicatos.
Entre los objetivos del proyecto figuraban la necesidad de «evitar la explotación de los trabajadores en aquellos sectores en los cuales puede existir un exceso de mano de obra», «asegurar un ingreso mínimo adecuado» y «mejorar los salarios de los trabajadores más pobres».
Con los mismos objetivos, se promovió la Ley de Abastecimiento, destinada a controlar los precios de la canasta familiar y la fijación de montos mínimos de jubilaciones y pensiones.

La ley 16.463 —también llamada Ley Oñativia, en homenaje al ministro Arturo Oñativia, o simplemente, de Medicamentos— sancionada el 23 de julio de 1964 y promulgada el 9 de agosto de 1964, fue aprobada por todos los bloques, excepto UDELPA (La Unión del Pueblo Argentino) y la Federación de Partidos del Centro. Establecía una política de precios y de control de medicamentos, congelando los precios a los vigentes a fines de 1963, fijando límites para los gastos de publicidad, imponiendo límites a la posibilidad de realizar pagos al exterior en concepto de regalías y de compra de insumos. La reglamentación de la Ley mediante el decreto 3042/65 fijaba además la obligación para las empresas de presentar mediante declaración jurada un análisis de costos y a formalizar todos los contratos de regalías existentes.
Esta ley surge a partir de un estudio realizado por una comisión creada por Illia sobre 300 000 muestras de medicamentos. Muchos de estos medicamentos no eran fabricados con la fórmula declarada por el laboratorio y su precio excedía en un 100% al costo de producción.
Otras medidas en el sector de la salud pública fueron, por ejemplo, la obligatoriedad de incorporar un porcentaje de iodo en la formulación de la sal de mesa, la creación del Servicio Nacional de Agua Potable, que financiaba las obras necesarias para asegurar la provisión de agua a las localidades rurales, y la ley de Reforma del Sistema Hospitalario Nacional.


El impulso a la educación y la cultura fue lo más sobresaliente de su gobierno, reconocido por el argentino Luis Leloir, Premio Nobel de Química: “La Argentina tuvo una brevísima edad de oro en las artes, la ciencia y la cultura, fue de 1963 a 1966”. El presupuesto educativo creció exponencialmente durante su gobierno, en 1963 era de 12 % y en 1965 de 23 %. Se inicio el Plan Nacional de Alfabetización, se crearon escuelas que incluían comedores, se repartió gratuitamente útiles para medio millón de alumnos y se impulso las escuelas técnicas y las rurales. En las universidades creció enormemente el presupuesto y se garantizo la libertad absoluta de pensamiento para docentes y alumnos.

Entre 1963 y 1965 se graduaron 40.000 alumnos en la Universidad de Buenos Aires, cifra mas alta de la historia de esa universidad. Sin embargo, esto no fue suficiente para evitar que gran parte del estudiantado universitaria se sumara al reclamo de los sectores golpistas que además incluían a los grandes medios de comunicación, a varios sectores peronistas y obviamente a las fuerzas armadas. Desde el exterior era apoyado por Estados Unidos.

Crecimiento del gasto público en educación y PBI
1960-1965
AñoPresidenteCrecimiento
gasto en educación
Crecimiento
PBI
1960Frondizi-5,0%5,6
196120,6%7,1
1962
Guido
25,4%-1,6
1963Illia-9,9%-2,4
196416,2%10,3
196512,8%9,2



El 5 de noviembre de 1964, se puso en marcha el Plan Nacional de Alfabetización, con el objetivo de disminuir la tasa de analfabetismo, que según registros del Censo de 1960 que estableció una tasa de analfabetismo del 8,5%. El analfabetismo en la Argentina registra una constante evolución a la baja desde 1869: 77,4% (1869), 53,3% (1895), 35,9% (1914), 13,6% (1947), 8,5% (1960), 7,4% (1970), 6,1% (1980), 3,7% (1991), 1,9% (2010). En junio de 1965, el Programa contaba con doce mil quinientos centros de alfabetización y su tarea alcanzaba a trescientos cincuenta mil alumnos de dieciocho a ochenta y cinco años de edad.

El derrocamiento de Arturo Illia, 28 de junio de 1966






Hacia junio de 1966, el comodoro retirado Juan José Güiraldes, director de la revistaConfirmado y sobrino de Ricardo Güiraldes, decía: “Si para salvar…la constitución, un nuevo gobierno debe negarla de inmediato, habrá que optar”. Era la confirmación de que el golpe estaba en marcha, tanto que finalizaba su nota advirtiendo: “…creo que sólo un milagro salva a este gobierno”.

El gobierno de Illia, “custodiado” por las Fuerzas Armadas, tuvo un rumbo errático, imposibilitado pero acompañado de un contexto político y social en creciente ebullición.

Así, cuando a partir de un primer año positivo, la situación económica comenzó a desbarrancar y se presentaron hacia 1966 los signos de una franca recesión, las críticas comenzaron a arreciar y -salvo algunos sectores radicales, otros pequeños partidos y buena parte de los medios universitarios-, una mayoría popular y la casi totalidad de las organizaciones sociales creían necesario un golpe. Un nuevo derrocamiento del maltrecho orden constitucional estaba cantado, pero aun así, Illia estaba convencido de que aquello no era factible. La voluntad intentaba sobreponerse a la cruda realidad.

El 28 de junio de 1966, el gobierno de Illia cayó.El general Julio Alsogaray, de grandes contactos con la diplomacia norteamericana, desalojó personalmente al presidente de la Casa Rosada, tras un tenso careo en los despachos.



Su personalidad austera y tranquila fue también utilizada por importantes medios de comunicación y sectores de poder afectados por sus medidas, para instalar la imagen de un presidente «lento». Era muy pausado en sus movimientos y en sus expresiones, pero eso no significaba que no fuera una persona muy inteligente, muy capaz y por sobre todas las cosas de una honestidad y una austeridad admirable

1 comentario:

  1. Act.1: Evitar tanto detalle, a lo sumo, sintetizar las cantidades en gráficos. 8 (ocho)
    Act.2: 8 (ocho)

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